César G Antón
83 segundos
¿Qué harías si pudieras volver atrás en el tiempo?
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Revista de prensa VII: El Mundo y el pesimismo urbanita antropológico
Cuando parecía que 83 segundos ya había saltado a otra línea temporal, ha aparecido esta preciosa crítica de Luis Alemany en @elmundo. Es emocionante leer sobre tu libro en el periódico de papel. “Melancolía urbana, pesimismo antropológico”. No me veía yo tan intenso.
“83 segundos, de César G. Antón: el viaje en el tiempo como superpoder metafísico”
“Habla de las segundas oportunidades, de examinar los errores, de deshacerlos. Y, después, de descubrir que tenían un sentido”.
Revista de prensa VI: ABC y El Confidencial
ABC y Confidencial han sacado un par de entrevistas sobre 83 Segundos. Es curioso estar sentado a la mesa siendo cocinero. Porque ves los trucos. Los dos estupendos entrevistadores han intentado (con éxito) llevar el tema a la política y la televisión. Uno de los dos había leído la novela y el otro no. Es bastante habitual que te entrevisten sin haber leído la novela.
Aquí tienes la de El Confidencial
Me hizo ilusión esta descripción de ABC: En esta novela trepidante, de estilo cinematográfico, el periodista plantea «una búsqueda de momentos felices» para su generación, que «ha nacido sin internet pero que ha podido acceder a él en su adolescencia». El libro es todo un acierto en un momento en el que las secuelas copan las parrillas y la cartelera de cine.
De la entrevista de El Confidencial me quedo con esta respuesta.
P. Efectivamente, en la novela aparece muy distinguible el Madrid de los dos mil. ¿Cómo era ese Madrid y en qué ha cambiado para ti?
R. Al querer viajar hacia atrás, me planteé que quería ir a un sitio donde no existiera La Sexta para que nadie buscara ningún paralelismo. Y quería ir a un sitio feliz para nuestra generación. Para mí era importante ir al año 2000 porque es antes del 11-S, de Lehman Brothers, y donde había esa inocencia de principios de siglo en la que todavía caminábamos sin mirar el móvil cada dos por tres y solo jugábamos al Snake en el Nokia. Había todavía ese punto de inocencia de nuestros veintitantos y de ilusión. Una inocencia que después perdimos todos de golpe y se fue a la mierda. Y luego viajar al 85, a esa edad en la que eres medio niño, medio adolescente en el barrio en el 85, que es un tiempo con España ilusionada, la Transición… Eran dos momentos felices. Pero luego te das cuenta de que 20 años es muchísimo tiempo. La nostalgia ahora va a toda velocidad. En este mundo va todo tan rápido que también va rápida la nostalgia. Para ejercer el motor de la nostalgia antes eran 50 años y ahora ya con 15 te vale. Este es un tema que nosotros en la tele vemos mucho con las audiencias.
Revista de prensa V: Entrevista en Zenda con Edu Galán
@JeosmPhoto. Fotos de Jeosm. Contacto en jeosm.com. Fotos con derechos.
Quedé con Edu Galán en el Varela, restaurante clásico de la calle Preciados y centro de operaciones habitual del entrevistador. Con Edu todo es fácil, primero porque tuvo el detalle de leerse la novela, cosa que no hacen todos, aunque parezca difícil de entender. Y después porque con el la charla fluye y al final es eso, una charla, nada que ver con una entrevista.
Él es psicólogo, y hay un punto de terapia en charlar sobre el libro, me llevó con habilidad de la novela al periodismo, seguramente porque pensó que tenía más cosas interesantes que decir en ese asunto que hablando sobre literatura. Pero entre una cosa y otra salieron un par de reflexiones buenas.
Si quieres ver la entrevista y las estupendas fotos de @jeosmPhoto pincha en este enlace.
Me quedo con la pregunta que me hizo sobre Javier Marías. Hay en la nota al lector de la novela una referencia a una reflexión de su libro Los Enamoramientos. Esta es la cita:
Lo que pasó es lo de menos. Es una novela, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida, una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta.
Y esta es la pregunta y la respuesta:
—Que utilice Los enamoramientos de Javier Marías en su libro creo que explica su concepto de novela. En ese sentido, ¿cuán importante fue para usted Marías?
—Con Marías tengo una relación muy difícil, porque él despreciaba profundamente lo que yo hago profesionalmente. Él era un tipo que nos daba unas hostias descomunales a La Sexta. Entonces, era una relación terrible, porque yo amo sus libros. Me parece el mejor. Es muy duro tener a un tío que sabes que te odia profundamente y al que tú, sin embargo, admiras con locura. Me he impuesto la obligación de que sus opiniones sobre lo que hacemos nosotros en La Sexta no me influyeran a la hora de valorar la hostia de escritor que es. Para mí es grandioso. Y ese fragmento que pongo en el arranque del cierre del libro es genial, es maravilloso, porque lo que traslada es que no importa lo que se ha dicho en esta novela, lo que importa es lo que quede en tu cabeza. Lo que importa es la memorabilidad. Lo que sea memorable, pero no lo que sea memorable en el sentido de grandioso sino en el sentido de lo que queda en la memoria. Me parece que ese es el mejor consejo, no para escribir, sino para un periodista: haz cosas memorables, o sea, haz cosas, cuenta cosas que tengan la suficiente importancia, interés, pasión o tal, para que al espectador, el lector o el oyente le permanezcan en su memoria. Y luego baje al bar y diga: «Joder, no sé dónde lo he visto, pero he visto esto».
Revista de prensa IV: 20minutos, Eldiario, RNE, numerosos medios regionales y una corrección tuitera.
Han sido unos días de mucha promoción, algunas de ellas con un valor sentimental. Las reseño y al final os desvelo un error en la novela, que ha descubierto una tuitera muy amable.
Vamos con las entrevistas:
Curré en el origen de 20 Minutos, entonces se llamaba Madridym@s. Hacía crónicas de partidos de fútbol y repors de deportes para el que fue el primer gratuito en España. Duró poco, pero recuerdo esa ilusión del medio que empieza. He tenido la suerte de arrancar en varias redacciones desde cero. Sobre todo la mía, laSexta, la aventura de mi vida. Y es de lo más bonito que un periodista puede hacer. Por eso me ha hecho mucha ilusión esta entrevista, ocupar una página de un medio que hace mucho tiempo vi nacer. Otra vez me vuelvo a poner nostálgico, no tengo remedio.
Imaginad el placer de estar escuchando la radio y que te sorprendan hablando de tu propia novela. Fue una reseña en RNE. En este post de mi Instagram podéis escucharla.
No conozco a @ignacioelguero pero ya lo amo un poco. Que en un programa de @rne, la Estación Azul, diga que leyendo @ochentay3segundos se imaginaba como sería la película, pues me alegró el día.
También he tenido el honor de salir en una reseña del periodista Miguel Lorenci, de la agencia Colpìsa. Que se ha reflejado en medios como El Norte de Castilla, El Correo, Las Provincias,
o el Diario de León, entre otros muchos regionales. Siento una gran admiración por la prensa regional, son los últimos garantes del viejo oficio, me da placer manchar una esquinita de sus páginas.
Pero el momento más importante de esta semana ha sido cuando una tuitera ha encontrado el primer error de mi novela. Todo el mérito para ella. Se llama Paloma Moro, podéis seguirla en @pmoroart. Este es su hilo
"Hola, @CESAR_G_ANTON, compré #83Segundos y lo que he leído hasta ahora me está gustando mucho. Tengo un aliciente: viví toda mi infancia y juventud en la zona de Tetuán y mi madre continuó allí hasta que murió, hace 2 años. Ahora al grano, pero abro un pequeño hilo para ello.
Puedes suponer que conozco bien la zona en la que se desarrolla el principio de la novela. Pues bien, me ha sorprendido que al inicio, año 2005, cites la calle San Germán. En esa fecha esa calle aún se llamaba con el nombre que le puso la dictadura franquista: General Yagüe.
Por si mi memoria me fallaba, he consultado Wikipedia, donde he verificado que entre 1952, poco antes de nacer yo, y 2016 se llamó General Yagüe. Y aquí llega mi pregunta: ¿no has puesto a la calle el nombre que tenía en 2005 para no confundir al lector?
Como San Germán muchas otras calles de la zona recuperaron su nombre anterior en aras a la Ley de Memoria Histórica. Otras construidas durante la dictadura cambiaron de nombre y se les dio uno nuevo en 2016. Ejemplo: General Varela => Julián Besteiro
Me gustaría mucho conocer la respuesta, @CESAR_G_ANTON. Muchas gracias".
Pues la respuesta es obvia. Tienes toda la razón, Paloma. A pesar de lo meticuloso que creía haber sido con todos los detalles de los escenarios de 83 Segundos, parece que siempre hay algo que se puede escapar. Pero no te voy a negar que he sentido cierta satisfacción al ver que una lectora colabora en proporcionar estas correcciones. Si la novela llega a una segunda edición, prometo subsanarlo y citar a Paloma Moro en la nota del autor.
Por último, me gustaría contaros mi paseo por la redacción de Eldiario.es.
Hablamos del libro. También de política y de medios. Me hizo una pregunta muy difícil, es chunga de responder. Nos hemos comido mucho la cabeza con esto en mi redacción. Y aunque no tenga nada que ver con la novela, me apetece compartir la reflexión ahora que estamos en periodo electoral:
¿Qué parte de responsabilidad tenemos los medios en el ascenso de la ultraderecha?
Es algo a lo que dedicamos muchísimo tiempo. Para ver cómo hablar de Vox hemos estudiado muchísimo qué pasó en el Brexit, en Brasil, en Estados Unidos, en Italia. En Estados Unidos ridiculizaron a Trump y les salió como el culo. En Brasil lo silenciaron y fue un desastre, porque se victimizó y venció con las redes sociales. En el Brexit iban generando un incendio cada día y la prensa iba detrás intentando apagarlo. Cuando terminó la campaña se dieron cuenta de que habían estado hablando de lo que ellos querían. En Italia conectaron con un instinto primario del odio al emigrante. La prensa picó, estuvo todo el día hablando de eso y parecía que en Italia solo había emigrantes. Estos son cuatro ejemplos, pese a tener buenas intenciones, de cómo equivocarse.
En cada sitio se han aplicado distintas fórmulas y generalmente casi ninguna ha funcionado, porque no hay una fórmula maestra. Lo que hay que hacer cada día en la mesa de escaleta es preguntarse qué tiene sentido que entre y qué no. Qué están diciendo para que lo metas porque les viene bien. Y qué es lo que les hace daño que se saque. En mi tele no se saca un total de Vox sin que lo hayamos analizado antes. Se les entrevista muy poco o nada. Decidimos nosotros de qué hablamos, no ellos. Quizás el mejor consejo para combatir la extrema derecha es no dejar que te hagan la escaleta. Controlarla tú.
Ellos saben cómo hacer que tú hables de lo que ellos quieren que hables. Por mucho que pienses que les estás criticando y demonizando, lo que estás es todo el día en sus incendios. Ese ejercicio de priorización de cuándo tiene que salir y cuándo no, y no picar en sus trucos, es muy importante. Es una de las cosas que hemos aplicado y aprendido. Tampoco tengo claro si nosotros acertamos. Intentamos hacerlo pero muchas veces no sabes. Es muy difícil.
Revista de prensa III: Entrevista en La Razón: "La nostalgia es un motor emocional"
Hay dos cosas difíciles en esto de dar entrevistas en lugar de hacerlas. La primera, las fotos, el equilibrio entre no ser Paco Martínez Soria ni tampoco parecer un engolado escritor con ínfulas. Afortunadamente el maestro Alberto R. Roldán me lo puso fácil.
Aquí dos de sus fotos:
Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS
Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS
La segunda dificultad es responder a esa pregunta que busca el trasfondo existencial de tu novela, cuando en realidad no hay ninguno. Al final quedan unas frases sueltas que parecen de un manual barato de autoayuda. Cosas como:
«Escribir es una terapia dura, intensa, que requiere mucho esfuerzo, pero también muy bonita»
«Dentro de este mundo polarizado, de tensión, este libro es un oasis, busca lograr la evasión»
Pero oye, hay que vender libros.
Si quieres leer la entrevista completa, realizada por la maravillosa periodista Concha García, pincha aquí.
Revista de prensa II: Entrevista en ElPlural.com: "Si te encelas en cambiar cosas, igual no estás disfrutando de lo que realmente tienes que disfrutar"
Justo antes de entrar por primera vez como escritor de una novela en la Feria del libro de Madrid, la periodista Marisu Moreno quedó a tomar un café conmigo cerca del retiro. Fue una charla distendida, en la que hablamos mucho del libro, de la vida y de viejos compañeros de batalla; alguno que ya no está, como Teo Lozano, uno de los periodista con más raza que yo he conocido.
Si quieres consultar la entrevista pincha en este enlace
Me quedó con un par de frases que destacó la periodista:
"No es un libro de moraleja, ni lo pretende, si hay un punto de asume tus acciones tira p'lante, vive feliz con lo que has hecho y no te chines mucho"
Me siento extraño cuando me preguntan por la moraleja del libro, porque no tiene, o por lo menos no pretende tenerla. Pero en las cuatro o cinco entrevista que ya me han hecho acaba saliendo la pregunta, una atropellada respuesta mía, y al final una sentencia escrita que cuando lo leo me hace sentir un poco de vergüenza. Ejemplo:
"Si te encelas en cambiar las cosas, igual no estás disfrutando de lo que tienes que disfrutar".
Leo estas coas, y no es que no tengan sentido, que lo tienen. Ni que no estén de alguna forma en la novela, que están. El problema es que me parecen frases de un libro de autoayuda. Y la única ayuda que pretende ofrecer 83 Segundos es que pases un buen rato, que te diviertas, que te emociones, que recuerdes con cariño una parte de tu pasado; nada más, y nada menos, que eso, que no es poco.
Revista de prensa: entrevista en InfoLibre, recomendación del director de Marca, titulares en gallego y algunos periódicos más
La semana deja varias reseñas de 83 Segundos en la prensa. La más original, la del director de Marca, Juan Ignacio Gallardo. También tenemos reseñas en gallego, tinta ibicenca, impactos de norte y sur en Asturias y Alicante. Y una entretenida entrevista en InfoLibre.
Empezamos por Marca. En la contraportada del periódico escribe, este último sábado, una recomendación muy particular:
"En mis manos la novela de César G. Antón '83 segundos' (Minotauro). Deseando empezarla".
Seguimos por InfoLibre. El periodista David Gallardo (@davidgallardo78) me entrevistó con la novela recién estrenada. Una charla distendida para hablar de nostalgia, de segundas oportunidades o de lo difícil que es escribir. De toda la entrevista me quedo con esta frase:
"Cuando tenemos 12 o 13 años, que es cuando somos coherentes y sensatos, lo que queremos hacer es volar, ser invisibles o saltar en el tiempo"
Puedes consultar aquí la entrevista.
Esta me hizo especial ilusión. El faro de Vigo y leer en gallego la premisa mágica de la novela:
Que farías se puideses viaxar no tempo a cambio de 83 segundos de dor?
También otros medios se han apuntado a reseñar 83 segundos:
Más de 83 segundos en la Feria del libro de Madrid
Dos días firmando y disfrutando. Da mucho placer ver como por debajo del ruido, las polémicas, las broncas, la mala política y la polarización, existe una sociedad viva, alegre, que lee y sale a llenar sus bolsas de letras. Y son muchos. Ni la lluvia los detiene.
El viernes disfruté de amigos y de lectores en la caseta de Minotauro, junto a mi editora, Vicky Hidalgo. Se agotaron los libros que tenían. 120 ejemplares de ’83 Segundos’ que se marcharon a un nuevo hogar. Espero que lo disfruten.
El sábado toco nueva sesión, está vez en la caseta de la librería Santander, un emblema del barrio de Aluche. Para un libro que está lleno de la vida en los barrios del sur de Madrid, fue un honor compartir la tarde con Toño y su encantadora mujer. Tendrían que ir todos los que firman a dar las gracias a esta pareja por su trabajo. Nos quedamos sin ejemplares y de nuevo Vicky salió al rescate para conseguir más.
La cosa iba a terminar a las siete, pero nos dieron las ocho y seguían llegando amigos. Un placer, espero repetir algún día.
Blog: Personajes secundarios
Sinopsis
Imagina que pudieras saltar hacia atrás en el tiempo y volver al punto en el que has tomado cualquier decisión de tu vida. ¿Tratarías de recuperar un amor perdido? ¿Usarías tu poder para hacerte rico? ¿Intentarías mejorar el mundo?
Víctor Piñol, un tipo solitario marcado por un trauma adolescente, verá cómo su anodina vida de redactor en los informativos de un canal de televisión se convierte en una trepidante odisea el día de su treinta y cinco cumpleaños. Será entonces cuando descubra ese don de saltar hacia atrás en el tiempo por el que tiene que pagar 83 segundos de dolor.
Una novela de amor, de nostalgia, de redención, que te enseña que puedes conocer mejor tu pasado, entenderlo, aprender de él, pero que no es tan fácil cambiarlo.
83 segundos es sobre todo una historia sobre la amistad, en la que los lazos que se anudan en el colegio no son comparables con los que puedas atar después. La aventura de un héroe por accidente en las calles, los bares y los centenarios restaurantes de Madrid en el año 2000. Un viaje lleno de nostalgia, que recuerda la adolescencia en los barrios del sur de la capital en los ochenta; entre quinquis, yonquis y partidos de fútbol en campos de tierra.
Burgalés de corazón y madrileño de adopción, pasó su infancia jugando a las canicas y pateando un Mikasa en campos de tierra. En la adolescencia rebobinó miles de cintas TDK con un boli BIC, memorizó los números de teléfono de la casa de sus amigos, superó con apuros la selectividad y conoció Europa en Interrail.
Más tarde, trabajó un verano en El Corte Inglés para poder comprar una batería. Tras fracasar en la industria del rock and roll, terminó la carrera de periodismo y comenzó su periplo por las redacciones del As, La Vanguardia, El País o Canal +, entre otros medios.
Con 29 años lo nombran director de los recién nacidos informativos de laSexta, cargo que continúa ocupando en la actualidad.
Desde entonces, bajo su dirección y junto a su equipo, ha creado programas emblemáticos de la televisión como Al Rojo Vivo, Más Vale Tarde, laSexta Columna, laSexta Noche, laSexta Clave o Xplica.
La Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión le otorgó el premio Talento por su exitosa trayectoria profesional detrás de las cámaras. Aunque él guarda con más cariño las cinco entradas a finales de Champions del Real Madrid, una de un concierto de Lou Reed y otra de Los Ramones.
Padre de dos criaturas y con un madroño (que no es exactamente un árbol) plantado en su casa, esta es su primera novela.