Por César G. Antón el "03-07-2023"
Han sido unos días de mucha promoción, algunas de ellas con un valor sentimental. Las reseño y al final os desvelo un error en la novela, que ha descubierto una tuitera muy amable.
Vamos con las entrevistas:
Curré en el origen de 20 Minutos, entonces se llamaba Madridym@s. Hacía crónicas de partidos de fútbol y repors de deportes para el que fue el primer gratuito en España. Duró poco, pero recuerdo esa ilusión del medio que empieza. He tenido la suerte de arrancar en varias redacciones desde cero. Sobre todo la mía, laSexta, la aventura de mi vida. Y es de lo más bonito que un periodista puede hacer. Por eso me ha hecho mucha ilusión esta entrevista, ocupar una página de un medio que hace mucho tiempo vi nacer. Otra vez me vuelvo a poner nostálgico, no tengo remedio.
Imaginad el placer de estar escuchando la radio y que te sorprendan hablando de tu propia novela. Fue una reseña en RNE. En este post de mi Instagram podéis escucharla.
No conozco a @ignacioelguero pero ya lo amo un poco. Que en un programa de @rne, la Estación Azul, diga que leyendo @ochentay3segundos se imaginaba como sería la película, pues me alegró el día.
También he tenido el honor de salir en una reseña del periodista Miguel Lorenci, de la agencia Colpìsa. Que se ha reflejado en medios como El Norte de Castilla, El Correo, Las Provincias,
o el Diario de León, entre otros muchos regionales. Siento una gran admiración por la prensa regional, son los últimos garantes del viejo oficio, me da placer manchar una esquinita de sus páginas.
Pero el momento más importante de esta semana ha sido cuando una tuitera ha encontrado el primer error de mi novela. Todo el mérito para ella. Se llama Paloma Moro, podéis seguirla en @pmoroart. Este es su hilo
"Hola, @CESAR_G_ANTON, compré #83Segundos y lo que he leído hasta ahora me está gustando mucho. Tengo un aliciente: viví toda mi infancia y juventud en la zona de Tetuán y mi madre continuó allí hasta que murió, hace 2 años. Ahora al grano, pero abro un pequeño hilo para ello.
Puedes suponer que conozco bien la zona en la que se desarrolla el principio de la novela. Pues bien, me ha sorprendido que al inicio, año 2005, cites la calle San Germán. En esa fecha esa calle aún se llamaba con el nombre que le puso la dictadura franquista: General Yagüe.
Por si mi memoria me fallaba, he consultado Wikipedia, donde he verificado que entre 1952, poco antes de nacer yo, y 2016 se llamó General Yagüe. Y aquí llega mi pregunta: ¿no has puesto a la calle el nombre que tenía en 2005 para no confundir al lector?
Como San Germán muchas otras calles de la zona recuperaron su nombre anterior en aras a la Ley de Memoria Histórica. Otras construidas durante la dictadura cambiaron de nombre y se les dio uno nuevo en 2016. Ejemplo: General Varela => Julián Besteiro
Me gustaría mucho conocer la respuesta, @CESAR_G_ANTON. Muchas gracias".
Pues la respuesta es obvia. Tienes toda la razón, Paloma. A pesar de lo meticuloso que creía haber sido con todos los detalles de los escenarios de 83 Segundos, parece que siempre hay algo que se puede escapar. Pero no te voy a negar que he sentido cierta satisfacción al ver que una lectora colabora en proporcionar estas correcciones. Si la novela llega a una segunda edición, prometo subsanarlo y citar a Paloma Moro en la nota del autor.
Por último, me gustaría contaros mi paseo por la redacción de Eldiario.es.
Hablamos del libro. También de política y de medios. Me hizo una pregunta muy difícil, es chunga de responder. Nos hemos comido mucho la cabeza con esto en mi redacción. Y aunque no tenga nada que ver con la novela, me apetece compartir la reflexión ahora que estamos en periodo electoral:
¿Qué parte de responsabilidad tenemos los medios en el ascenso de la ultraderecha?
Es algo a lo que dedicamos muchísimo tiempo. Para ver cómo hablar de Vox hemos estudiado muchísimo qué pasó en el Brexit, en Brasil, en Estados Unidos, en Italia. En Estados Unidos ridiculizaron a Trump y les salió como el culo. En Brasil lo silenciaron y fue un desastre, porque se victimizó y venció con las redes sociales. En el Brexit iban generando un incendio cada día y la prensa iba detrás intentando apagarlo. Cuando terminó la campaña se dieron cuenta de que habían estado hablando de lo que ellos querían. En Italia conectaron con un instinto primario del odio al emigrante. La prensa picó, estuvo todo el día hablando de eso y parecía que en Italia solo había emigrantes. Estos son cuatro ejemplos, pese a tener buenas intenciones, de cómo equivocarse.
En cada sitio se han aplicado distintas fórmulas y generalmente casi ninguna ha funcionado, porque no hay una fórmula maestra. Lo que hay que hacer cada día en la mesa de escaleta es preguntarse qué tiene sentido que entre y qué no. Qué están diciendo para que lo metas porque les viene bien. Y qué es lo que les hace daño que se saque. En mi tele no se saca un total de Vox sin que lo hayamos analizado antes. Se les entrevista muy poco o nada. Decidimos nosotros de qué hablamos, no ellos. Quizás el mejor consejo para combatir la extrema derecha es no dejar que te hagan la escaleta. Controlarla tú.
Ellos saben cómo hacer que tú hables de lo que ellos quieren que hables. Por mucho que pienses que les estás criticando y demonizando, lo que estás es todo el día en sus incendios. Ese ejercicio de priorización de cuándo tiene que salir y cuándo no, y no picar en sus trucos, es muy importante. Es una de las cosas que hemos aplicado y aprendido. Tampoco tengo claro si nosotros acertamos. Intentamos hacerlo pero muchas veces no sabes. Es muy difícil.